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“Tizza le daba piñas en la panza porque pensaba que no era su hijo”

Fue lo que declaró Celeste González, madre del niño asesinado en Tupungato en 2018. Ambos padres se culparon mutuamente.

“Cuando entré en la habitación, Sebastián lo estaba agarrando a piñas en la panza”, dijo ayer Celeste González (23) refiriéndose a su ex pareja, Sebastián Tizza (24), en el juicio por jurado que tiene a ambos como imputados por el asesinato de su hijo, Valentín Tizza. El pequeño de un año y 10 meses murió el año pasado en Tupungato.

Ayer los 12 integrantes del jurado popular escucharon la versión de la mujer, quien culpó directamente a Tizza de la brutal golpiza que terminó con la vida de Valentín.

Ante las preguntas de Javier Pascua, jefe de la fiscalía del Valle de Uco, la mujer indicó que en los primeros minutos del 15 de abril de 2018, Tizza estaba en una habitación de la casa de su madre, en Tupungato, con el niño. Cuando ella fue a verlo porque lloraba “lo veo pegándole a mi nene con la mano, con el puño cerrado. Lo estaba agarrando a piñas en la panza”, relató.

La razón de los golpes, según la mujer, era que “él pensaba que no era su hijo”. “Ya habíamos discutido por unos mensajes. Él me decía que yo me escribía por mensajes con otra persona. Por eso yo había ido a verlo a su casa”, contó González. 

La madre del pequeño agregó que después de cenar, “Sebastián estuvo un rato en la pieza y lo siento llorar al nene, un llanto fuerte. (Voy y) ahí lo veo pegándole en la panza y ahí me agarra del cuello y me dice que si decía algo iba a dar vuelta a mi familia”.

Celeste continuó diciendo que Valentín comenzó a vomitar, le pidió agua y volvió a vomitar. “Se lo veía mal, sólo devolvía. Tizza no hacía nada, estaba acostado”, describió.

Luego sostuvo que el pequeño “se descompensó” y después le cambió la ropa sucia con vómito. “Pasó como una hora y le hice respiración boca a boca”,agregó la acusada.

Por otra parte, el representante legal de Antonio Tizza, Federico Alisardi, aseguró que su defendido no maltrataba a su hijo y tenía poco contacto con el menor. Hasta aventuró que ni la fiscalía tiene en claro cuál de los progenitores causó la muerte de Valentín.

Sin signos vitales

En principio, Celeste González no iba a declarar ayer pero así lo decidió su abogado, Maximiliano Legrand, luego de que declarara la doctora que atendió al niño tras ser golpeado.

Según la médica Natalia Bravo, de guardia en el hospital Las Heras de Tupungato en la madrugada del día del crimen, Valentín ingresó “sin signos vitales”.

Cuando la llamaron los enfermeros, Bravo vio que le estaban haciendo maniobras de reanimación y ordenó que dejaran de hacerlo ante lo evidente: “Estaba pálido, frío, sin respiración, con livideces en la zona abdominal”, indicó.

La medica declaró que fue a avisarle sobre el deceso a la madre y a la abuela y “no expresaron nada”. “Su reacción fue muy fría. No se sorprendieron”, relató la profesional.

A Bravo le llamó la atención que el pequeño estuviera totalmente cambiado, con el pañal limpio, sin los signos típicos de las personas que fallecen. “Parecía que lo habían bañado”, especuló.

Celeste, en su declaración, contradijo a la profesional de la salud y afirmó: “Cuando me dijo que había fallecido yo me agarré la cabeza y me puse a llorar”.

La declaración de un investigador

Ayer también declaró en el debate -en calidad de testigo- el fiscal del Valle de Uco Facundo Garnica, quien instruyó la causa contra la pareja por homicidio agravado por el vínculo.

Garnica fue “bombardeado” a preguntas por las partes, en relación a una causa que se investiga por coacciones contra Tizza.

Este expediente se inició en junio pasado, cuando Celeste González denunció a su ex pareja diciendo que la había amenazado en dos ocasiones.

En esa denuncia, la mujer señaló a Tizza como el autor del homicidio de Valentín, dando una versión similar a la que ayer escuchó el tribunal.

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